sábado, 27 de abril de 2013

Cronica de una muerte anunciada

SALTO EN PARACAIDAS
El sábado no juntamos 4 “descerebrados” y nos fuimos hasta Ocaña para saltar en paracaídas. Salimos de Gasteiz a eso de las 9.30 y en un plácido viaje, nos presentamos en Ocaña a eso de las 13.30. Un tenten pie ligero, por si acaso tenía que salir, y hacer los preparativos del salto (pagar y dar papeles en el Manifest, etc, etc…)

Cuando llegamos a los hangares, vimos que casi todos miraban para arriba, y claro, nosotros también. ¿Y que vimos o que distinguíamos?. La altura desde donde había que tirarse (la madre de dios que arriba estaba aquello). La avioneta era un punto y el primero que había saltado era una cosita minúscula blanca. La cosa empezaba a ponerse tensa.
Hasta las 15.15 no nos llamaron para empezar con todo el protocolo. Primero elegir buzo de tu talla, segundo, con tu máster ir poniéndote el arnés y ajustándotelo y tercero las explicaciones de las posturas de salto, vuelo y aterrizaje.
En breve nos, subimos a la avioneta y empieza la situación de no retorno. Subimos, subimos y seguimos subiendo hasta llegar a los 4000 mts. Miras por la ventanilla y piensas “quien cojones me ha mandado meterme en este fregado”. Durante el trayecto, últimos consejos, desear buen salto a los 9 que íbamos en la avioneta y de repente suena una alarma; todos a sus puestos.
Aquí empieza la fiesta. Diego se tira el primero.  Esta fue la segunda vez que me  dio la risa, al ver como desapareció de la avioneta. Fue desaparecer y empezar los preparativos para mi salto. En un segundo mis pies ya estaban colgados a 4000 mts de altitud, el máster te termina de colocar bien, se pone en coordinación con el camera men y empieza la fiesta. Salto al vacio
Los primeros dos o tres segundos, son una mezcla de acojo y disfrute. Tienes la sensación de que estas cayendo, pero pasados estos segundos, pierdes esa sensación de caída y parece que estas flotando, pero te recuerda que estas bajando a 180 km/h. y de hecho lo estás haciendo, pasas de 4000 mts a 1500 en 20 0 30 segundos. Durante los primeros segundos el grito es constante pero según vas amoldandote al aire el grito se va relajando y la sonrisa aparece en tu cara. El máster te hace un par de piruetas, juegas un poco con el camera men y se abre el paracaídas. Como he dicho antes desde el salto hasta que se abre pasan unos 30 0 40 segundos
El tirón de la apertura del paracaidas ni lo sentí y tras comprobar que todo está ok, otra vez a disfrutar de las vista. Un primer giro a la izquierda suave, un segundo giro a la derecha bastante más potente, se me mueve la cabeza para todos los lados y me pregunta el máster si me ha gustado, y le digo que el de izquierdas bastante más que el de derechas, así que a partir de ahí, los giros fueron suavecitos. Entre giro y giro vamos descendiendo y viendo la vista, que no eran espectaculares pero sí que eran bonitas.
Llega el momento del aterrizaje. Antes de hacerlo, un último ensayo.  Rodillas arriba y piernas estiradas. Por nada del mundo que yo toque suelo antes que el máster. Pero con mis potentes abdominales  y la habilidad del máster tomamos tierra tal y como estaba previsto.
Abrazos con el máster, con el camera men y esto se acabo.
La experiencia es acojonante y repetible al 100 %.
Aunque para mi hubo dos momentos de susto. Ver a la altura que estábamos y de la forma que teníamos que bajar de ahí y la otra cuando vi desaparecer a Diego de la avioneta.
El salto inicial al vacio es ACOJONANTE.
La sensación de estar flotando y estas bajando a toda velocidad.
La paz cuando estas bajando con el paracaídas.
Vamos, una gozada, el año que viene otra vez.
En fin, os lo recomiendo, a todos.
 
 
besitos
 
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