A VUELTAS CON LOS PIÑONES
DE VIDAL.
Esta vez había expectativas de mucho quórum, pero a la hora
de la verdad sólo Vidal, Alberto y yo mismo (Jesús) nos presentamos a las 8:30
en el punto de salida.
La cosa empezó tranquila charlando un poco hasta que
llegamos a la primera subida exigente por el barranco de la Oca y como ya va
siendo un desagradable clásico, Vidal rompió otra vez su eje trasero y nos tuvo
que abandonar. Una pena por que la vuelta estaba siendo preciosa. Por lo menos
parecía que podría rodar poco a poco hasta su casa.Una vez solos Alberto y yo terminamos de subir y llegamos a Domaikia y después a Murguia, todo muy tranquilo. Aquí arrancamos una nueva subida peleona que nos llevó hasta la cima del Txintxularra con un sol esplendido. Contentos con el logro bajamos y volvimos a subir hacia el monte Astaiz sin llegar hasta arriba por que el camino estaba difuminado y nos costó un rato encontrarlo.
Por un camino muy chulo bajamos hasta Sarria y Murguia donde almorzamos un poco al son de las campanas de la iglesia que con su soniquete martirizaron un poco a Alberto.
Desde aquí alternamos entre caminos, pistas e incluso carreteras para llegar hasta Vitoria a tiempo para cumplir con nuestros compromisos familiares.
Al final con 70Km y 1140 metros de subida cerramos otro apasionante capítulo de nuestro club. Un placer como siempre.
Retomando lo de Vidal, descubrí al llegar a casa, que su bicicleta
no aguantó el camino de vuelta y nuestro generoso Vicepresidente tuvo que ir a
socorrerlo.
Fotos:
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