domingo, 27 de septiembre de 2015

EUSKADI EXTREM 2015



Al igual que el año pasado, desde Betigora, decidimos hacer la Euskadi Extrem. Hacía meses que Vidal y yo (Jesús) estábamos apuntados y llevábamos tiempo preparándonos para hacer un buen papel. Lamentablemente, a última hora, Vidal tuvo un problema familiar que le impidió acompañarme. Una pena.

Una vez planteado el reto, me presenté en la línea de salida, donde estuve charlando con algún conocido mientras recogía el dorsal, control de firmas, etc. Puntual, a las 11:00 sonó el pistoletazo de salida y salimos unos 400 flipaos por el Vasco Navarro, corriendo como si nos persiguiera un oso. Pasamos por el desfiladero de Igoroin, de sobra conocido pero espectacular y nos presentamos e Maeztu en poco mas de dos horas. Allí me iba a esperar Alberto pero corrimos tanto que aún no había llegado. Así que yo seguí para adelante y Alberto me vino siguiendo durante 55km llegando a la meta sin encontrarnos.

Después del tentempié de Maeztu tomamos dirección Apellaniz para subir a San Cristóbal y tras un bonito cresterío tocó una vertiginosa bajada hasta Arlucea. El camino siguió descendiendo, más tranquilo, hasta la “pasta party” que nos esperaba en Urarte. Con la tripa satisfecha marchamos por el desfiladero de Okina que con 70km en las piernas me pareció más duro que nunca y empecé a sentir calambres y las bolas intentaban subirse constantemente. Llegamos al último avituallamiento en el puerto, por un camino bastante embarrado  y desde aquí, con mucha paciencia, subida hasta el Palogán.

En este punto parecía que con la bajada por Peña Betoño estaba todo hecho pero me equivocaba por que al llegar a Mendiola nos mandaron hasta Castillo con la intención de subir Olarizu por el sendero y eso se nos hizo bastante pesado, después de más de 90km. Pero como bien está lo que bien acaba, llegué a la Plaza de los Fueros contento y entero, donde me esperaban mis chicas.

Tengo que agradecer a mis compis de Betigora y a mi familia que estuvieron pendientes de mi evolución durante los 100km dándome unos ánimos que agradecí mucho. Sobre todo a Vidal que aunque no pudo venir, me animó mucho y a Alberto que me estuvo siguiendo todo el día.

Sin más que decir pongo punto final a un día de duro pedaleo que me ha dejado buen sabor de boca.
 
Fotos:
 

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