El recorrido prometía barro y así ha sido, tanto que a la vuelta a casa las palabras de recibimiento han sido ¡Jose Luis, así no entras! Y aquí ando en la escalera escribiendo la crónica esperando a que se seque la ropa.
Hoy el pelotón ha sido numeroso, nos hemos juntado a las 9 en el Mercadona de Adurza. Estábamos Carlos, Iñaki, Vidal, Raúl, Josu, Jesús, Jorge V y yo (Jose Luis). La niebla nos ha acompañado durante un rato, hemos empezado el recorrido por las campas de Olarizu dirección a Mendiola. Tras una cuesta para ir entrando el calor y la agradable presencia del sol continuamos dirección al Basotxo, de aquí en adelante vamos viendo que lo del barro
era en serio y que hoy no solo vamos a practicar mountain bike, en una bajada vamos al suelo Raúl y yo, sin mayor avería continuamos hasta el alto de Basotxo, bonitas fotos y buzón original. Para bajar tenemos dos opciones la mala y la peor, y como no podía ser de otra forma elegimos la peor, aquí el que peor parte se lleva es Jorge V que estrenaba pantalón y en un traspiés lo rompe, además su bici queda tocada, Iñaki como buen amante de la naturaleza se acerca a un árbol para ver cual es. Yo con mi prudencia bajo andando, bueno vale miedo. Volvemos dirección Monasterioguren y de allí a los caseríos de Ibargutxi en donde se estropea una bici estando parada, al mecánico le dan el cambiazo con la bomba y a un dominguero que llega tarde a almorzar le molesta vernos en medio del camino. Continuamos en dirección a Ullibarri, lo cruzamos y enseguida enfilamos las cuestas más duras del día unos ratos montados y otros empujando la bici, parada para comernos el plátano y vuelta al barro. Al rato empieza el descojone, caídas múltiples y de todos los estilos, yo voy al charco (para uno que me atrevo), después del rescate en lancha, pero sin el casi necesario boca a boca, (me cubría casi entero) y con las risas generalizadas continuamos el camino, Josu, que pretende subir la cuesta con una rueda, cae sobre unas zarzas, menos mal a Raúl que hoy le ha salvado la salida (mecánica y amortiguación), Carlos también pretende subir de rodillas, más risas y a bajar esquivando a los cazadores. Para barro el que nos hemos encontrado en esta zona, impresionante, imposible casi el ir en la bici, llegamos a Aberasturi, desde allí y sorteando paseantes, algunos vuelven a toda velocidad por el Vasconavarro, cervecita al llegar a Vitoria, limpieza de bicis y cada uno para su casa. En definitiva espléndida mañana para andar en bici, y buena compañía para andar en bici y muchas cosas más. Para la próxima yo seguro que llevo gafas de nadar y bañador.
Bueno ya me he
secado, voy para adentro, ya veréis cuando le diga que traigo una rana.
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