Buenas a tod@s:
Escribir una crónica de este fin de semana, uffff que difícil, que contar. Que es de los que nos gustan. Comer, beber, muy buena compañía, risas, que mas, que mas…… ahh, si y un poco de bici, pero para disimular.
Ha salido todo, más o menos como estaba programado.
Empezamos por el viernes. Unos subieron antes y otros subimos más tarde, eso sí, en coche.
Los que subieron antes, tuvieron que cortar algún pino caído que estaba en mitad del camino que impedía el paso al refugio. Pero para cuando llegamos nosotros, ya estaba el fuego encendido, el refugio limpio y todo preparado para hacer la cena. Txistorra de aperitivo, ensalada de primero y chuletillas de segundo, de postre, un panakota que nos hizo el chef josetxu. Todo bien regado con vino, sidra, cerveza y kalimotxo. Antes del postre nos fuimos a ver por donde se sube al Ioar desde Codes y tras dilucidar si aquello que se veía al fondo era Logroño u Oyon, nos volvimos para el refugio. Pero….. el guía era de segunda mano y en el bosque, pues…, nos perdimos. Que si es para arriba, que si es para la derecha, que si es para la izquierda. Tras un ratito de paseo por el bosque aparecimos en la pista que sube al Ioar. Pero…… ¿para donde es?, ¿para arriba o para abajo? Así que unos para arriba y otros para abajo. Como la ley de Murphy es sabia, a los que nos toco para arriba, tuvimos que bajar porque por allí no era. Al final llegamos al refugio sin ningún problema y nos pusimos a dar cuenta del postre (gracias josetxu), patxaranes y demás menesteres……….. al final entre risas y más risas, unas naturales y otras provocadas, nos metimos en nuestros sacos y hasta mañana.
Los que subieron antes, tuvieron que cortar algún pino caído que estaba en mitad del camino que impedía el paso al refugio. Pero para cuando llegamos nosotros, ya estaba el fuego encendido, el refugio limpio y todo preparado para hacer la cena. Txistorra de aperitivo, ensalada de primero y chuletillas de segundo, de postre, un panakota que nos hizo el chef josetxu. Todo bien regado con vino, sidra, cerveza y kalimotxo. Antes del postre nos fuimos a ver por donde se sube al Ioar desde Codes y tras dilucidar si aquello que se veía al fondo era Logroño u Oyon, nos volvimos para el refugio. Pero….. el guía era de segunda mano y en el bosque, pues…, nos perdimos. Que si es para arriba, que si es para la derecha, que si es para la izquierda. Tras un ratito de paseo por el bosque aparecimos en la pista que sube al Ioar. Pero…… ¿para donde es?, ¿para arriba o para abajo? Así que unos para arriba y otros para abajo. Como la ley de Murphy es sabia, a los que nos toco para arriba, tuvimos que bajar porque por allí no era. Al final llegamos al refugio sin ningún problema y nos pusimos a dar cuenta del postre (gracias josetxu), patxaranes y demás menesteres……….. al final entre risas y más risas, unas naturales y otras provocadas, nos metimos en nuestros sacos y hasta mañana.
Nos levantamos sobre las 7 y vimos que iba hacer un día cojonudo. Desayunar y bajar a por otro que se apuntaba a la vuelta en bici. Durante la bajada nos cruzamos con Oscar que dijo que el subía en bici y efectivamente, allí estaba casi en el refugio ya. Recogimos todo, dejamos el vehículo en su sitio para que el encargado en bajarlo lo viera y empezamos a dar pedales. Sin dar dos pedaladas el primer cueston, como no habíamos entrado en calor, ni intentarlo, pie a tierra y de vez en cuando a ver el paisaje (o coger aire). Luego ya todo rodado, el cresterio es un sendero bastante técnico pero divertido y con unas vistas a ambos lados espectaculares. Sin más historias nos presentamos en el puerto Nazar y empezamos un leve pero inclinado descenso para meternos en el hayedo. Pensaba que iba a estar más embarrado, pero no. El suelo estaba en perfecto estado aunque había bastantes ramas y algún que otro árbol caído en mitad del camino provocado por la nevadas de este invierno. Poco a poco y sin más accidentes que algún ramazo en la cara y en las partes de alguno, nos presentamos en la pista que sube al Ioar. En seguida nos desviamos a la izquierda para enfilar la senda de los Lobos. Obligada parada en el árbol de tres patas, fotos de rigor y seguimos el descenso con alguna que otra caída pero sin más importancia. Una vez abajo nos enfilamos hacia kanpezo y allí nos dividimos en dos grupos. Uno para Kanpezo y otro para el barranco de La Dormida. Los primeros para ir preparando el papeo,”ducharse con agua caliente”. Los segundos para disfrutar de una de las bajadas más espectaculares que yo he hecho nunca. Pero primero hay que sufrir para llegar hasta arriba. Algún problemilla mecánico, que Oscar lo soluciona en un ti-ta, antes de llegar al mirador. Empezamos el descenso, despacito, eso sí. Y poco a poco, porque alguno se empeño en pinchar y porque la pobre Neska estaba ya bastante cansada nos presentamos en Kanpezo. ¡!!!!! SORPRESA!!!!!!! El agua caliente se encuentra ausente, la caldera estropeada. Así que todos a la ducha pero con agua fría. (Más vale que somos vascos).
Poco a poco fue llegando el personal que venía a comer y tras dos vermut, nos sentamos en la mesa a comer, (otra vez). Y tras una larga sobremesa nos fuimos marchando para Gasteiz a eso de las 9 de la noche.
En resumen, UN MARAVILLOSO fin de semana, haciendo lo que nos gusta y con la gente que queremos.
La reina madre lo ha declarado de obligado cumplimiento anual dentro del club, aunque eso lo tendrá que decidir la junta, pero queda bautizada como SENDA DE LOS JABALIS
Muchas gracias a tod@s, por este fin de semana.
besitos
Os pongo el enlace de las fotos.
https://plus.google.com/photos/102084057565608027578/albums/5867125776754102481?authkey=CNm8v-rW6dfJjwE
https://plus.google.com/photos/102084057565608027578/albums/5867125776754102481?authkey=CNm8v-rW6dfJjwE
Ha sido una jornada fabulosa, más no se puede pedir: una ruta preciosa con tiempo excelente y en buena compañia rematado por una comida y su sobremesa a la altura de las circunstancias, en fin para repetir las veces que queráis.
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