SENDA DE LOS JABALIS - Sábado 2014.04.11
Bien desayunados, Vidal, Oskar, Jesus, Kike, Miguel Angel, Raúl y Mikel iniciamos el descenso del Ioar desde el Refugio del Conde. Hoy nos acompaña Neska, una perrita de 3 años que va a disfrutar de la ruta con nosotros.
Tras unos primeros metros llanos nos asomarnos a la cara sur de la sierra donde el recorrido inicia un tramo descendente y con mucha piedra que hace imposible continuar montados. Hay que echar pie a tierra y bajar con cuidado de no resbalarse. El camino es intransitable para bicicleta, pero a cambio son bonitas las vistas al valle y a las agujas de la montaña.
Pronto llegamos a una pista ciclable, donde ya podemos subir a la bicicleta y continuar el descenso hasta llegar al Santuario de Codés.
Desde el Santuario nos dirigimos por asfalto a Otiñanos. En algún momento la pendiente nos permite alcanzar velocidades importantes. Ya en Otiñanos, mientras Neska se refresca en el pilón, podemos oir los motores del Circuito de Los Arcos.
Avanzamos hasta Nazar y después de pasar Asarta, ya por senderos y caminos, llegamos al camping de Acedo. Continuamos adelante por la vía verde del vasco navarro y pronto llegamos al Túnel de Arquijas. Es muy largo (1,4km) y la sensación de humedad es intensa. En los primeros metros está iluminado, pero en el último tramo para avanzar unos utilizan la linterna y otros se ayudan del reflejo de los fluorescentes. De una forma u otra ha sido bonito atravesar el túnel.
Después del túnel y antes del viaducto, dos compañeros continúan por la vía verde hasta Campezo. Se adelantan para ir preparando el fuego para el asado.
El resto continuamos la marcha, que nos mete en las rampas más duras de la ruta. Pasamos la ermita de Arquijas, a donde los lugareños se acercan en romería a finales de mayo. Jesús y Oskar marcan su ritmo y se adelantan enseguida. La subida es larga y dura.
Cuando ya parece que lo hemos subido todo, enlazamos varias sendas muy bonitas y rápidas algunas todavía de subida y otras de bajada. Atravesamos un tramo técnico para llegar, ya justitos de energías, a la Senda de la Dormida. Poco antes del cruce encontramos a dos amigos de Vidal que están haciendo la vuelta en sentido contrario. Desde ese mismo punto donde nos hemos parado con ellos se divisa entre los árboles el valle de Lana.
Enseguida comenzamos la bajada que tanto esperábamos. Algunas piedras en el camino nos recuerdan que hay que ir con cuidado, pero el recorrido es espectacular. Una paradita para coger agua fresca y continuamos bajando. Ahora enfilamos un sendero más sencillo hasta llegar al Ega que corre también, pero más liegero que nosotros.
Por un camino junto al río nos vamos acercando a Campezo donde damos por concluida la primera parte de la jornada.
En casa de Miguel Angel y Yolanda nos espera el resto, ya duchados y vaso en mano, comentando las incidencias de la mañana. David, Aitziber, Javi, Maika, Eneko y Enara han subido a Ioar. Carlos y Alberto han llegado con Ana, Arantza y los txikis. Poco a poco va incorporándose todo el mundo, que las brasas ya están listas para la carne.
En primera tanda comen los peques. Miguel Angel dentro y Alberto fuera, mano a mano, van llenando las bandejas de costilla. Una vez terminan los niños comenzamos los mayores. Todo está muy rico y el ambiente es estupendo.
Después de comer, sobremesa. Juegos, charlas y risas al gusto. Va cayendo la tarde y hay que ir recogiendo. Todos lo hemos pasado bien. No podemos olvidarnos de dar las gracias a Miguel y Yolanda por dejarnos la casa para comer y ducharnos, a Luisma por dejarnos el vehículo, a quienes se han encargado de la intendencia y logística y a todos en general por el buen día que hemos pasado.
Hasta la próxima!
Fotos:
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