Domingos como estos son los que gustan, pero tampoco es
bueno acostumbrarse a ellos.
Como sabíamos que iba hacer fresco, Jesús nos cita a las
08.30 en la rotunda de San Ignacio.
Llegamos todos muy
puntuales porque no esta la mañana como para estar esperando. Así que en cuanto
llego el último salimos arreando por el vasco-navarro.
Antes de llegar a Andollu giramos a la derecho y sin apenas
niebla empezamos a entrar en calor por la cuesta y sobre todo por la última
cuesta para llegar al embalse para regadío que hay allí.
Desde aquí hasta cerca Hixona nos enfrentamos a una zona de
mucho barro, pero agradecemos las bajas temperaturas y a esas horas tan
tempranas todo estaba helado.
Ya cerca de Hixona empieza la cuesta arriba, que sin piedad
y sin descanso nos lleva hasta encima de Izartza.
Nuestro próximo objetivo, Kastañarri. Así que nos internamos
en un bonito hayedo, aunque poco ciclable. Pero entre risas y juramentos vamos
llegando al objetivo.
Después de recuperar el aliento y ver los paisajes,
decidimos ir por la línea recta hasta la carretera que va a Okina.
Y aquí se acaba el día. Unos huevos con chorizo nos impiden
continuar hasta Pagogan y demás planes del día.
El día es estupendo, los huevos estaban exquisitos y cuando
llegamos a Gasteiz lo rematamos con una cervecita en un bar de Adurza.
Allí estaba Kike con su familia y sin darnos cuenta nos dan
las 14.00. Asi que a todo trapo a limpiar las bicis y a casa.
Arrieritos somos…..
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