En esta ocasión había en Vitoria un desafío más gordo de lo
habitual y Vidal y yo (Jesús) que somos chicos duros decidimos afrontar el
reto. A las 11:00 estábamos en la plaza de la Virgen Blanca acompañados de
Enrique, un compañero de Vidal que se animó a pedalear con nosotros. Después de
escuchar unas recomendaciones sobre la ruta a realizar, aparecieron por allí
Alberto y Oscar para acompañarnos y darnos ánimos. El tiempo parecía detenido
pero por fin dieron las 12:00 y salimos 458 ciclistas en dirección a Gamarra
para empezar a pisar los primeros kilómetros de tierra. Antes de salir de
Vitoria, nuestras mayores fans, Iratxe y June, nos dieron unos gritos de apoyo
que nos animarían hasta la meta. Oscar salió con nosotros pero enseguida nos
abandonó por problemas técnicos.
En un principio el camino era muy llevadero y pedaleábamos
contentos hasta que llegamos a las rampas imposibles de Nanclares de Gamboa, ¡pie
a tierra!. Después fuimos a la peña Landa e hicimos un bucle que nos ofreció
bonitas vistas de la isla de Zuaza, la pena el monumental atasco que se formó
bajo un sol abrasador. Desde allí bordeando el pantano llegamos al
avituallamiento con gominolas de Ullibarri Gamboa (km24). Con un camino
relajado llegamos con las fuerzas a tope hasta Apodaka (km46) y allí nos
esperaban la Pasta Party y un pinchazo en la rueda de Vidal. Paramos mucho rato
entre unas cosas y otras pero con la ayuda del bueno de Alberto, que vino para
acompañarnos hasta el final, por fin nos pusimos en marcha.
Al poco empezó a llover a la vez que subíamos al collado de
Hueto Arriba, esta fue la primera cuesta que nos empezó a desgastar pero enseguida
recuperamos en la bajada hacia Trespuentes. Allí cogimos agua de nuevo (km64). Entonces
nos abandonó la lluvia y descubrimos que habíamos llevado el peso del chubasquero
para nada. Pasamos por el control de paso de Ariñez con el tiempo muy holgado
así que íbamos todavía contentos y Vidal hasta le soltó alguna gracieta al
controlador. Último avituallamiento, en Subijana (km73) y en este punto empezó
lo que realmente da el nombre a esta prueba. Dejamos de reír para empezar a
sufrir, había que subir por el camino de Santiago hasta San Miguel y se nos
hizo eterno, a mi me dolían un horror los riñones y Vidal no parecía estar
mejor. Alberto iba de mi lado hasta el de Vidal dando ánimos y llegamos a la
última antena ¡por fin Zaldiaran!. Desde aquí solo quedaba la bajada del Tamboril,
había mucha gente que la temía pero nosotros la disfrutamos y enseguida
llegamos a Vitoria de nuevo contentos.
Cuando alcanzamos la meta, Vidal y yo juntos, nos esperaban
un montón de amigos y familiares dándonos ánimos muy orgullosos de nosotros.
Desde aquí nuestro mas sincero agradecimiento a todos.
Después de esta aventura sólo puedo decir que el año que
viene me gustaría repetir.
95Km, 1850metros subidos.
Fotos:
https://plus.google.com/photos/102084057565608027578/albums/6062764102517211457?authkey=CJXEht39ooyvngE
Videos:
http://youtu.be/eGizVh_1PW8
http://youtu.be/Skvqnme5wBQ
http://youtu.be/6BpA82A-ZHA
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