Hace ya muchos años que tenía
ganas de hacer esta mítica prueba del ciclismo en BTT, pero siempre me quedaba
con las ganas por que la gente se me retiraba antes de tiempo. Pero por fin
este año, tres de mis amigos Betigoras, junto conmigo, decidimos ir a Arguedas
a sufrir un rato en este desierto navarro. La cosa no empezó bien, incluso
llegué a pensar que este año tampoco la podría hacer por un fuerte catarro que
me hizo enfrentarme a la prueba con algo de fiebre.
Fotos:
https://goo.gl/photos/AgoKsjHPch6tejgd9
Los primeros movimientos los hizo
Alex que nos reservó una noche en un hotelito con encanto, regentado por unas
chicas muy majas que por un precio ridículo nos dieron cena, cama y desayuno.
Solo faltó el aire acondicionado, esto se llama desierto por algo y creo que
salvo Luisma, que durmió en su autocaravana, los demás no dormimos nada de nada
por el calor reinante.
Fuimos llegando por partes,
primero Vidal y el menda (Jesús) que veníamos de Vitoria, después Alex desde
Madrid y el último Luisma que estaba de turismo por Olite con Bego e Itxaso.
Cuando nos juntamos todos hicimos lo habitual, dorsales, cervecita, ver el
lugar de la salida, … Enseguida se hizo la hora de cenar y fuimos al hotelito donde
rodeados de BTTros llenamos el buche, los seis. Después de un paseíto con
cafetito para unos y cubatita para los madrileños, nos fuimos al horno …..
perdón! a la cama.
A la mañana siguiente: el día “D”,
amanecí contento porque parecía que el catarro me iba a dar tregua. Nos
reunimos para desayunar, y sin más, nos fuimos a la salida donde nos esperaban nuestras
animadoras. En unos minutos salimos muy animados a pisar el polvo Bardenés
junto a otros 1.496 flipaos. El paisaje nos sorprendió mucho por que lo
imaginábamos más árido y la realidad es que había muchos matorrales bajos,
algún oasis (por llamarlo de alguna manera) y los montes que recordaban al
cañón del colorado a pequeña escala. Yo le encontré su punto de encanto entre
el calor sofocante y creo todos coincidimos en esto.
Los primeros kilómetros fueron
decisivos para la prueba, la estrategia era que Luisma y Alex lanzaran la
carrera con sus motores diesel para que luego Vidal y yo rematáramos la faena.
Un plan perfecto.
El terreno de este desierto son
pistas anchas muy duras con piedras sueltas y bancos de arena cada pocos kilómetros.
Esto facilitaba rodar muy rápido pero tenía la pega de que era fácil aterrizar
en el suelo. Fuimos testigos de muchos golpes y ambulancias que iban y venían
sin parar con ciclistas estrellados. El culpable de muchos de estos accidentes
no fue otro que el polvo que hacía invisible el suelo en algunos tramos. La
verdad fue una suerte que los cuatro acabáramos ilesos.
Nos sentíamos fuertes, llevando
cada vez un ritmo más rápido y marchábamos muy cómodos adelantando gente. Yo
personalmente ni me acordaba de mis males y me sentía volar sobre mi montura.
En todos los avituallamientos nos juntábamos para estar seguros de que íbamos
todos bien y enseguida a rodar otra vez. Así vimos pasar los primeros 90km con
constantes sube-bajas mientras el termómetro ascendía imparable llegando a
alcanzar los 47ºC para el examen final: “la cuesta del Yugo”. Una subida de 3Km
en la que para que nadie se deshidratase, los chicos de la organización,
pusieron 3 avituallamientos. Arriba me esperaba el bueno de Vidal y juntos nos
dejamos caer hasta la meta. Un poquito después llegaron Alex y Luisma. Besos
abrazos y reto superado. Todos muy contentos coincidimos en dos cosas, la
primera que el año que viene REPETIMOS y que la organización era la mejor que
habíamos visto nunca.
Una vez recompuestos llamamos a
nuestras animadoras, a las que pillamos por sorpresa ya que nos esperaban 2
horas más tarde (ya he dicho que hicimos vuelo rasante por el desierto). Nos
trajeron bañadores para acabar en la piscina del pueblo dándonos un buen baño
refrescante. Un rato después Pasta Party para corredores y acompañantes.
Con la tripa llena y el corazón
contento nos despedimos y cada uno se fue para su casa dando por terminado este
reto que tanto nos ha gustado.
Gracias a la compañía que, como
siempre, ha sido inmejorable. Un placer que repetiremos, sin duda.
Fotos:
https://goo.gl/photos/AgoKsjHPch6tejgd9
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