Incertidumbre
hasta el último momento, pero esta vez por la excesiva temperatura,
que nos iba quitando hora tras hora, la esperada nieve. Después de
la desalentadora foto de Javi, con un Aratz mostrándonos una
tímida nevada, nos decidimos y a las 7,30 salimos para Araia;
Felipe, Javi, Vidal, Jesús, Carlos, Miguel y David
Cargamos
las mochilas y salimos con la impresión de salir a dar un paseo a
las raquetas, ya que la nieve se hace esperar. Vamos ganando altitud
y una fina capa de nieve-barro aparece, cosa que empieza a ser
preocupante. Seguimos pacientes con la ascensión, hasta que llega
la esperada orden de Javi “podemos ponernos las raquetas”
Empieza lo bueno y aunque la nieve es escasa, nos es suficiente para
disfrutar de la bonita ascensión. Hacemos un alto antes de afrontar
la pala nevada y es cuando veo que nos falta Miguel. Pregunto y veo
un punto a media subida. Nos ha abandonado y ha comenzado el último
tramo en solitario. Poco a poco paso a paso vamos ganando altitud,
cojo el ritmo de un Carlos que se muestra, fuerte, constante y
decidido, vamos que me lleva hasta la cima en volandas. Hacemos cima
y no vemos a Miguel, al final lo encontramos resguardado del fuerte y
gélido viento. Un breve almuerzo, las fotos de rigor y comenzamos el
descenso, bonito y rápido, tan rápido que pronto nos quedamos sin
nieve. Parada para quitarnos raquetas y ropa, ya que la mañana se
antoja calurosa. En fin, llegamos a Araia con la mañana aprovechada,
con buen ambiente pero con el recuerdo de la impresionante nevada del
año anterior en Joar. Quizá sea la última de este invierno, pero
ha sido suficiente para quitarnos el gusanillo. Gracias a todos por
participar y ya con la mirada en la próxima salida montañera.
Fotos:
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