Llegó el domingo y como no, tocaba sacar de paseo a nuestras apreciadas bicicletas de monte. Como hay que batir fuertemente el acero para conseguir las mejores espadas monté una ruta dura y exigente.
Viendo el perfil de la ruta, solo Raúl y Carlos se animaron a rodar conmigo un domingo en el que el tiempo fue espectacular.
La cosa empezó poco a poco charlando y pedaleando mientras llegábamos a Ozaeta y después a Elguea. Parada técnica para ajustes térmicos porque empezaban las cuestas. Como entrante nos comimos un Elgueamendi con sus rampas del 20%, fotos de rigor y a por el primer plato Makatzgain con sus nada despreciables cuestas que no pudieron con nosotros. Desde allí un breve descanso dirección a Kurutzeberri, que no subimos porque el tiempo pasaba y las rocas de su cima nos iban a retrasar mucho. He de decir que en este punto las vistas son impresionantes y las disfrutamos antes del plato fuerte del día. Había que subir unas palas de casi el 30% para rodear Degurixa. No pudimos con ellas y alguno hasta aterrizo en el cemento pulido de la subida (los moratones que pudimos ver le durarán días a su dueño). Ya en Degurixa empezamos a plantearnos recortar porque estábamos cansadillos y para salir de ese bonito valle solo hay dos opciones subir mucho o subir más. Tomamos la decisión de subir (a pie, como no) hasta salir del valle. En un rato llegamos de nuevo a Makatzagain y por último de postre bajamos echando fuego a Dorleta para volver por el vasco navarro. Yo llegué a casa contento pero cansado y hambriento después de 7 horas de BTT.
Después de esto creo que los tres estaremos a tope para poder disfrutar la Javierada que nos tocara la semana próxima.
Un placer como siempre y hasta la próxima.
Jesús
Fotos:
https://goo.gl/photos/2RcEa4jSrXWm1yPy8
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