Desde que abrieron las inscripciones ya había 3 Betigoras
inscritos. Y llego la fecha. Sin mucho madrugar, aunque algunos querían haber
ido antes, nos presentamos en San Roman.
Cogemos dorsales y a montar las bicis. Hacemos hora y a las
9.30 dan la salida. Alberto y Jesús arrean para adelante porque quieren hacer
la larga. Yo como voy hacer la txiki voy más tranquilo.
El recorrido como siempre es espectacular. Bonito y rápido.
Pero antes de lo esperado me encuentro con Jesús, que ha ido a coger setas. Y
como le gustan tanto, ira una segunda vez más a por ellas. Gracias a quien sea,
no encontró ninguna y todo fue bien. Menos el disco del freno que se torció un
poco.
Después de ver que solo era el disco y como soy un
envidioso. Mi rueda trasera encuentra posiblemente el único clavo que puede haber en el parque de Izki.
Lo arreglamos y nos quedamos de los últimos. Jesús decide
hacer la corta conmigo, así que poco a poco vamos haciendo km hasta llegar al
avituallamiento.
Comemos un poco y nos tiramos por el recorrido corto. El
inicio de la vuelta a meta es espectacular. Lo disfrutamos porque íbamos solos.
Es un sendero estrecho y dicharachero, incluso había alguna curva peraltada y todo,
una gozada.
Así que sin más prisa nos presentamos en meta. Descansamos,
comemos y decidimos irnos a cambiar.
Para Cuando llega Alberto ya estamos cambiados y tomándonos
una cerveza.
Coge sus premios y se sienta con nosotros a ver como siguen
llegando txirrindularis.
Decidimos marchar a Maeztu donde habíamos quedado para
comer. Pero por el camino nos encontramos a Raul que había venido en bici de
carretera desde Gasteiz hasta cerca de San Roman. Así que nos metimos nosotros
cuatro y las bicis en la Galaxy y para Maeztu.
Allí comimos y dimos por finalizada una maravillosa jornada.
Buen tiempo, bonito recorrido, buena comida y MARAVILLOS COMPAÑÍA.
¿Que más se puede pedir?
Hasta pronto y nos vemos por los caminos.
Fotos:
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