martes, 3 de mayo de 2016

San Fornerio Armiñón Manzanos


Hoy la intención era hacer una etapa larga para acostumbrar un poco el culo y las patas para la prueba que tenemos en una semana.
Pero ha sido más un curso de manejo de bici cruzada y de mecánica, que de otra cosa.
A las 8 estábamos en el punto de quedada, Iosu, Jesús y Vidal. Sin más gente a la que esperar nos ponemos dirección Zuazo Vitoria, Gometxa y Subijana de Alava.
Hasta aquí todo bien. Pero a partir de aquí ya empieza el primer curso y va dando forma al segundo. Barro, barro y más barro. La subida no es dura pero con el terreno así, se hace pestosa. Siguiendo todo el rato el camino de Santiago, aparecemos en Lapuebla. Y de aquí por buenas pistas en Pangua.

Paramos a comer un poco y a limpiar un poco las bicis. Y hemos cometido un error, meterlas en un abrevadero para quitar el barro, porque esa agua en la transmisión es fatal.
Empezamos a subir a San Fornerio. Hay una carretera asfaltada y un camino. ¿Por cual hemos ido? Efectivamente, por el camino. ¿Y que había por el camino en grandes cantidades? Efectivamente, barro, muuuuuuuucho barro.
Mi bici ha llegado arriba que parecía que llevaba ruedas de las gordas que se ven ahora. Y peso, no se ni lo que pesaba, mucho, pesaba mucho. Las transmisiones ya protestaban pero con cuidado y sin forzarlas mucho han llegado arriba.
Un poco de descanso. Ver las vistas desde arriba que son espectaculares y volvemos a ponernos en marcha
Empezamos a bajar hacia Estavillo. El descenso es precioso, pero en seco. En mojado ha estado peor.
De aquí a Armiñon y a partir de aquí han llegado todos los problemas. Primero Jesús no podía cambiar al plato pequeño porque se le chupaba la cadena. Seguido Iosu rompe la cadena. La arreglamos y decidimos volver para Gasteiz. Sin salir de Armiñon y lloviendo, Iosu vuelve a romper, esta vez el desviador. Decidimos quitarlo y lo dejamos fijo en el plato grande.

Armiñon, Manzanos, Lapuebla, Nanklares y al salir de Nanklares, Iosu vuelve a romper la cadena. Lo solucionamos con un eslabón rápido y de nuevo a dar pedales.

Nos pasan los de Gurutze Urdiña y nos acoplamos a ellos que nos llevan de maravilla hasta que nos damos cuenta que hemos perdido a uno. Le esperamos y poco a poco y bajo la lluvia llegamos a una gasolinera donde damos un buen repaso a las bicis.
Y sin pasar por donde la teutona porque teníamos frio, cada uno se va para su casa.
Un dia, que encima de no conseguir los objetivos marcados, volvemos tocados por todos los lados.
Pero ya llegara el buen tiempo, aunque en Siberia-Gasteiz, nunca se sabe.
Más vale que la compañía ha sido más que buena pero también se ha echado de menos a los que no han podido venir.



 
 

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