EL CLAVITO DE IDIAGANA (18/5/2015)

Este fin de semana no esperábamos mucho aforo, nos faltaba Vidal que estaba de
camino a Santiago y encima amenazaba lluvia. Por la mañana no lo teníamos claro, por
la lluvia, y Alberto, Oscar y yo (Jesús) debatimos sobre si salíamos o nos volvíamos al
sobre. Al final nos decidimos a salir y Oscar y yo nos dirigimos al punto de encuentro
de los chicos de la Merche, como propuso Alberto. Allí nos juntamos con otros 14
jabalíes pero descubrimos que Alberto no se quería mojar por que no apareció, debía
tener el chubasquero pinchado.
El camino de hoy trataba de subir a Idiagana y salimos como balas dirección a la
estación de Ullibarri Jauregui por el Vasco-Navarro. Estos brutos de la Mercedes nos
llevaban a una velocidad endiablada y aguanté el tirón pero llegue cansado. Algunos
llegaron peor y hubo que esperar un ratillo.
Desde la estación empezó lo duro del día y comenzamos el ascenso a Idiagana. El
camino estaba difícil por las raíces y la humedad del suelo, además había mucha niebla,
una pena. Arriba no había mucho que ver y rápidamente comenzamos la bajada que
estaba complicadilla por la humedad. Cuando el camino empezaba a ponerse más
divertido vino la anécdota del día. Un clavo bastante hermoso se cruzó en el camino de
mi rueda trasera y… festival del moco antipinchazos. Alguna vez más he visto esto de
los clavos, pero no dejo de preguntarme cómo puede darse esa casualidad. En este punto
tengo que agradecer a los de Mercedes la ayuda que me prestaron.
Sin más incidentes nos presentamos en Azaceta y después hasta Eguileta, donde nos
dividimos en dos grupos. Aquí tomé una mala decisión por que me fui por el GR con las
gacelas y tras ver que me costaba seguir su ritmo, en Andollu abandoné el GR y volví a
casa por el Vasco-Navarro. Veinte minutos después estaba en mi casa bastante cansado.
Aunque me faltaron los Betigoras, los BBTros de hoy han sido muy buena compañía.